jueves, 17 de marzo de 2011

las 1000 grullas


Preciosa idea, precioso proyecto de Makiko:



Todos a una voz como dice la canción, sabemos lo que el pensamiento es capaz de mover y generar......




domingo, 13 de marzo de 2011

El arbol y la hormiga

Muchas veces nos hacemos la pregunta en relación a si todo está escrito, si existe un destino y vamos inefablemente hacia él. Para mi la respuesta a esa pregunta se resume en este cuento que comparto a continuación:

Una joven caminaba por las calles de su pueblo pensando en su destino. ¿Realmente estaba escrito? ¿Sucedería aquello que ya previamente habían predefindo para ella? Llevaba tiempo haciéndose dicha pregunta y las respuestas que había obtenido hasta el momento no le satisfascían.
- Tiene que haber algo más! - pensó - y se sentó en la plaza del pueblo a mirar a la gente pasar.

Luego de un rato observando, miró una pequeña hormiga que corría curiosa por el suelo de la plaza. Se fue acercando hasta llegar al pequeño manzano de la plaza.

Primero miró hacia arriba, se quedó inmóvil un buen rato. Luego como tomando impulso comenzó a subir rápidamente por el tronco del manzano.

-Qué ancho era el tronco para la hormiga! -pensó la joven - Sin embargo la hormiga seguía subiendo y subiendo.

Llegó un punto en que tuvo que decidir cual de las tres ramas principales tomar. La joven inquieta observaba, si tomaba la rama de la derecha quizás se encontrara al saltamontes, si tomaba la del centro llegaría a la manzana más roja de todas, si tomaba la de la izquierda....

La hormiga continuó su camino ajena por supuesto a las divagaciones de la joven. Fue subiendo por la rama, luego cada ramita. Llegó a un punto donde no podía avanzar más y la manzana que había en esa rama estaba un poco podrida. Con todo el asombro de la joven, la hormiga no tuvo ningún problema en saltar y llegar a la rama de al lado donde estaba la manzana roja y brillante, lista para ser compartida con la diminuta hormiguita.

De repente la joven entendió!! Existen tendencias, existen caminos, pero todo puede ser cambiado hasta en el último momento. Somos como la hormiga caminando por el árbol, escogiendo ramas de entre las infinitas posibilidades que existen y siempre con la opción de cambiar de rama en cualquier momento si es ese nuestro deseo.

Así que ya sabes querida hormiga. Estás preparada para saltar?



María de Lourdes Eguren Martí
Barcelona, 13 de marzo de 2011.