miércoles, 2 de julio de 2014

Al Maestro, Antonio Machado

Quien me hubiera dicho hace unos 20 años atrás que visitaría Colliure, un pueblo hermoso, encantador  y escondido en el cual Antonio Machado, ese poeta que me abrió las puertas a la poesía  pasaría sus últimos días en el destierro.  Se cuenta que se fue allí, a ese pueblecito, por ser uno de los pueblos de Francia más cercanos a España en la costa mediterránea, siempre con la esperanza de que toda aquella pesadilla que fue la guerra civil acabara y pudiera regresar. No fue así Maestro, sin embargo debo decir que tu tumba es uno de los lugares con más paz y vida que he sentido en mi vida, y aunque muchos quisieron borrarte, la inmortalidad no entiende de política, ni de física ni química.



Te dejo unas de mis primeras poesías/reflexiones inspiradas desde el corazón de una niña de 14 años mientras leía aquellos Cantares que me hicieron descubrir la música de la poesía. Gracias!


La poesía se lee, más escucha lo que sientes!

Nunca te olvides, del que "a tu lado siempre anda"
en las buenas y en las malas
tus ojos te miran y aman.
Abre los ojos y mira!

Canto a la vida, que se canta con la muerte

Muerte invisible,
que con Dios me has de llevar
algunas veces me asustas,
otras me das la Paz.

Se feliz. La vida es alegría.
Si no, seria el infierno.

Amigo, si te he hecho daño, perdón!
y ayúdame a perdonarme

Todos podemos amar,
no te cierres en tus excusas egoístas