Hoy he aprendido algo maravilloso, me lo ha enseñado una increíble mujer que he tenido cerca durante más de 3 años, y ahora como dice el dicho “cuando las cosas se ponen difíciles es que conoces verdaderamente a las personas”. Y a ella le dedico esta historia:
Una niña caminaba por el bosque y se encontró una encrucijada. Podía ir hacia la derecha, podía escoger a la izquierda, sin embargo tomara el camino que tomara se veía que al fondo ambos acaban en un gran pantano que tendría que pasar nadando forzosamente y con esfuerzo.
Su amigo que le acompañaba le dijo:
- Podemos dar vuelta atrás. Siempre estamos a tiempo.
- Es cierto, siempre podemos decidir - contestó la niña – más sin embargo prefiero seguir adelante. Prefiero llevarme en mi mochila todas las cosas buenas que he aprendido durante este trozo del camino, y estoy segura que después del pantano habrá una hermosa pradera llena de flores!
Y con una gran sonrisa, siguió su camino.