Seres sin sombras,
risas sin bocas.
Llantos silentes,
olor pestilente.
Pasaportes sin nombres,
ojos sin norte.
Caminos vacíos,
llenos de niños
Que caminan al frente
con un dedo en la mente
Horizonte añorado
tras la meta y sus pasos.
Hemos llegado?
Libertad amado?
Golpe, gritos
Oscuridad, vacío.
El cielo para el ciudadano,
El infierno para el refugiado.
María de Lourdes Eguren
Barcelona, 25 agosto de 2015