
En una casa de esas antiguas, perdida en un viejo barrio de una vieja ciudad Europea, había una tienda de anticuario regentada por viejecito de quien nadie sabía su edad exacta de nacimiento.

Quiero compartir con todos este poema, que me parece precioso.
Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
(Kahlil Gibran)
Cuenta la leyenda que en los bosques de una región muy lejana habita una raza de pequeños seres con una historia muy particular.Se dice que nacen felices, alegres cada uno con uno o muchos dones.
Cada atardecer cantan y cantan a la luz de sol y de la luna que llega, y en la mañana se despiertan entre el ruido del agua y las risas.Curiosamente nadie ha podido ver a ninguno de ellos, los hombres dicen que han dejado de existir, se han “extinguido”.
Un joven estudioso al conocer la leyenda decidió averiguar de qué se trataba y se trasladó a la supuesta región. Preguntó a los sabios de la zona, a los maestros del pueblo, los comerciantes sobre dónde podía encontrar a dichos seres y no consiguió saber nada. Lo máximo que consiguió fue una sonrisa escéptica con una sonrisa y unas palmaditas de consuelo: “No existe, es un cuento. Los duendes nunca han existido”
Pasaron los años y se quedó a vivir en esa región. De día en día empezó a llegar gente nueva al pueblo preguntando por la historia, pasaban un tiempo indagando y luego se quedaban a vivir en el pueblo también. Progresivamente se fue formando un grupo de personas alrededor del joven se reunían a compartir, cantar, bailar, no se hablaba de la historia, con cada día que pasaba aquello pasaba a ser menos importante.
Un día algo pasó, llegó al pueblo una familia con una niña pequeña. En medio de una de sus reuniones la niña empezó a jugar con la tierra con grandes carcajadas. Y algo mágico pasó: Todos empezaron a verse las caras, ya no eran desconocidos! Se reconocían de antes.
Sólo cuando dejaron de verse separados y se vieron desde dentro fueron capaces de reconocer que los protagonistas de la historia, eran ellos!
Dedicado a mis compañer@s de Biodecodage. Gracias a todosSon lugares que te transportan a otros tiempos, otros planos, refrescan tu alma y te hacen sentir conectado con la madre tierra, los animales y todos los seres humanos.